Los conflictos incesantes, las inundaciones y los efectos de la pandemia de covid-19 han dejado a 6,35 millones de personas expuestas al riesgo de hambruna. Según Naciones Unidas, esto significa que más de la mitad de la población no dispondrá de suficiente alimento. Algunas zonas del país sufren ya los efectos de la hambruna.
«Es una situación alarmante ante la que debemos responder con rapidez. De lo contrario, el 60% de la población estará pasando hambre en tan solo unas semanas», afirma Roland Hansen, coordinador para África de Malteser-International-es, la organización de ayuda internacional de la Orden de Malta, que trabaja en el país desde 1996.
La situación ha empeorado en los últimos meses por los efectos combinados de distintas crisis. La situación política es inestable, y los atentados cometidos por varios grupos han provocado un aumento del número de desplazados. Al mismo tiempo, las cosechas han quedado destruidas por las inundaciones, y la pandemia de covid-19 no ha hecho sino empeorar la situación de la población.
«Los niños en edad escolar han sido los más afectados por la pandemia. Las escuelas han estado meses cerradas. Muchas niñas han sido obligadas a contraer matrimonio en ese tiempo, y no han vuelto al colegio. En las zonas donde operamos empezamos inmediatamente a ofrecer comida a los niños a los que se autorizaba a volver al colegio. Para los más pequeños, sin embargo, el cierre de las escuelas conlleva que no tienen acceso ni a una educación ni a una buena alimentación, porque el almuerzo que comen en el colegio es, a menudo, su única comida en el día», explica Hansen.
Entre otras acciones, Malteser-International-es repartirá más semillas e instrumental agrícola. En las zonas afectadas por las inundaciones, el personal está ya distribuyendo artículos de higiene y ofreciendo a las familias agua limpia potable.
Photo-Credit: Nyokabi Kahura/Malteser-International-es.