Se intensifican los esfuerzos después de la tragedia del pasado 3 de octubre
Un total de 97 voluntarios, de los cuales 30 médicos, 22 enfermeros, 6 socorristas, 28 expertos en logística y 11 psicólogos, forman parte de los equipos del cuerpo italiano de ayuda de la Orden de Malta (CISOM) que han estado trabajado en Lampedusa en el ultimo periodo. La isla se ha convertido en el escenario de la terrible tragedia del pasado 3 de octubre cuando una barca cargada con cientos de inmigrantes se incendió y se hundió a pocos kilómetros de la costa italiana.
El recuento de víctimas ni siquiera había comenzado cuando llegó el primer equipo de expertos del cuerpo de ayuda a la isla, donde los equipos de la Orden de Malta operan diariamente a bordo de dos patrulleros de la Guarda Costera, con un médico, un enfermero o socorrista y un experto en logística.
“La magnitud de la tragedia resultó evidente ya desde los primeros instantes después de la catástrofe”, recuerda Mauro Casinghini, director nacional del cuerpo de ayuda, que en cuanto supo la noticia dio la orden de salida a sus equipos. Las cifras despiadadas no han hecho sino confirmar las tristes previsiones de Casinghini: más de 360 fallecidos confirmados y cerca de 20 desaparecidos.
Una catástrofe humana ante la que los equipos de ayuda del CISOM han respondido con un aumento de los efectivos sobre el terreno, para empezar psicólogos encargados de apoyar a los supervivientes del naufragio pero también a los propios socorristas, los primeros en enfrentarse a la tragedia, encargados de recuperar los cientos de cuerpos sin vida, muchos de los cuales habían quedado atrapados en los restos a decenas de metros de profundidad.
De 2008 hasta ahora, el cuerpo italiano de ayuda de la Orden de Malta ha prestado auxilio y atención médica a más de 4.000 niños, mujeres y hombres que intentan llegar a la isla, cabeza de playa de Europa, a través del Canal de Sicilia y a bordo de embarcaciones de fortuna abarrotadas.