Los 172 trabajadores del Hospital de la Sagrada Familia, todos palestinos, han estado esperando con ilusión la llegada del primer bebé de Navidad, como símbolo de esperanza frente al sombrío panorama de la covid-19 en Belén. El nacimiento de Gayth en el Hospital, el 25 de diciembre a las 2:05, ha sido acogido con el sonido de las campanas de Navidad en Belén. Han sido las matronas Hanan y Ala quienes han entregado el bebé a sus padres, después de atender el parto con manos expertas. Linda, su madre, ha explicado que Gayth era el regalo de Navidad que han estado esperando desde el inicio de la pandemia.
El paro y la pobreza han aumentado dramáticamente. Belén, la gobernación más pobre de Palestina después de Gaza, tiene una economía frágil incluso en buenas circunstancias. La inseguridad alimentaria está en aumento, y afecta desproporcionadamente a las mujeres y los niños. A pesar de las dificultades, el personal del Hospital de la Orden de Malta ha trabajado sin descanso en turnos de doce horas, sin cogerse días libres, para atender a las madres y sus bebés y para mantener el hospital abierto y seguro a pesar de la amenaza de la covid-19.
Proyecto conjunto de la Orden de Malta, bajo la responsabilidad operativa de la Asociación francesa de la Orden, el Hospital de la Sagrada Familia ofrece a la población de Belén y sus alrededores cuidados maternales de alta calidad.
Con la pobreza en aumento, el Hospital de la Sagrada Familia ha renovado su promesa de atender a todas las madres y los bebés sin tener en cuenta sus creencias. Los nacimientos no se han detenido durante la pandemia, y en 2020 el hospital ha visto nacer más de 4.200 bebés hasta la fecha, y ha atendido a más de 400 bebés prematuros o con problemas, en su unidad avanzada de cuidados intensivos neonatales.
«El Hospital de la Sagrada Familia es una luz de esperanza en una tierra convulsa. Desempeña un papel esencial en la región, reduciendo la mortalidad materna e infantil y los abortos naturales, y tiene un papel cada vez más presente en atención rutinaria a mujeres embarazadas. Es el único hospital en la región donde pueden nacer bebés antes de las 32 semanas y donde pueden recibir atención especializada. Dirijo mis pensamientos y oraciones al personal del hospital, sometidos a una inmensa presión durante esta pandemia», ha afirmado el Gran Hospitalario de la Soberana Orden, Dominique de La Rochefoucauld-Montbel.
Este año la temporada navideña ha empezado tranquilamente en Belén. No ha habido celebraciones en la Plaza del Pesebre, y la iluminación del árbol de Navidad se festejó virtualmente. Normalmente miles de peregrinos visitan Belén en Navidad, llenando hoteles, tiendas y restaurantes. Este año, sin embargo, la ciudad está vacía, y el toque de queda en vigor obliga a los habitantes a quedarse en sus casas. Se podría pensar que la Navidad se ha cancelado en Belén, pero el espíritu de esta época sigue fuerte. El alcalde, Tony Salman, ha insistido en decorar la plaza con un árbol de tres pisos de altura y un pesebre de tamaño natural. «Nada puede debilitar la luz de la Navidad. Seguiremos iluminando el árbol en Belén, la capital de la Navidad, para enviar su luz de esperanza a todo el mundo», ha afirmado.
En Belén todos los días son Navidad, y la misa de vigilia se celebra diariamente en la cueva de la Natividad. El espíritu de la Navidad también está presente todos los días en el Hospital de la Sagrada Familia, puesto que con cada nacimiento aporta esperanza y alegría renovadas a las familias de Belén.
Belén necesita, ahora más que nunca, que el Hospital de la Sagrada Familia atienda a las madres y a sus bebés. El Hospital de la Sagrada Familia necesita que todos los que puedan ayuden a mantener viva la esperanza, para que las madres de Belén sigan pudiendo dar a luz a sus bebés en Navidad y el resto del año.