Una vida dedicada por entero a los enfermos, hasta su fallecimiento el 9 de septiembre de 1964 en Roma.
Por esta razón, el Papa Francisco ha autorizado el pasado 21 de febrero a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar el decreto sobre las virtudes heroicas de Don Pirro Scavizzi, sacerdote diocesano nacido en Gubbio el 31 de marzo de 1884. Nombrado capellán militar en 1915, Don Pirro Scavizzi se unió a los equipos médicos de la Orden de Malta que, durante la primera guerra mundial, organizaron los trenes hospital para el transporte de los heridos de guerra.
Con la segunda guerra mundial, Don Pirro Scavizzi retomó el papel de capellán militar de la Orden de Malta. Realizó numerosos viajes a Polonia y Rusia atravesando los países ocupados por el ejército nazi para atender a heridos, convirtiéndose de hecho en vínculo entre la Santa Sede y los obispos de los países ocupados. En Roma, durante la ocupación nazi, se posicionó a favor de los judíos.
Según el decreto de la Congregación para las Causas de los Santos, «el siervo de Dios Don Pirro Scavizzi vivió heroicamente la virtud de la fe, que se manifestó sobre todo en el fervor con el que celebraba la santa misa».
También en sus últimos días de vida, truncada por una enfermedad incurable, Don Pirro Scavizzi siguió dedicándose sin descanso a las personas en dificultad.
En 1942 fue admitido por el Gran Maestre Frey Ludovico Chigi Albani della Rovere en la Orden de Malta, como capellán.
La ceremonia de inicio del procedimiento de la causa de beatificación se celebró en el Vicariato de Roma el 22 de dicimebre de 1983. El decreto publicado el 21 de febrero de 2020 representa un paso fundamental en el camino hacia la beatificación.