Más de 32.000 personas huidas del conflicto, la violencia y la pobreza han solicitado asilo en Hungría en el primer trimestre de este año. Es el segundo país de la Unión Europea en número de solicitantes en este periodo, detrás de Alemania. Se trata de un aumento significativo con respecto a las 43.000 solicitudes recibidas en 2014, y un incremento vertiginoso con respecto a las 2.150 solicitudes registradas en 2012. Muchos de los inmigrantes, llegados desde Oriente Medio y el Norte de África, han entrado en el país situado en el corazón de Europa a través de su frontera con Serbia.
Frente a estas cifras, el servicio de ayuda húngaro de la Orden de Malta ha lanzado un programa socio sanitario de emergencia, para atender las necesidades de los refugiados en las tres principales ciudades del país. Los primeros proyectos se encuentran ya operativos en la capital Budapest, en Győr en el norte y en Szeged en el sur. Las iniciativas se han centrado allí donde se han identificado las mayores necesidades: en Budapest, en la estación de tren oriental, se ha instalado un clínica móvil donde médicos y trabajadores sociales han atendido ya a 52 personas durante la primera semana de funcionamiento: tratando heridas y enfermedades, distribuyendo alimentos, agua y ropa. El número de personas atendidas aumenta sin cesar, a medida que más y más personas conocen el servicio. Un miembro del equipo habla inglés, y se cuenta con la colaboración voluntaria de intérpretes de urdu, pashtu, dari y farsi.
Además de la clínica móvil, la Orden de Malta en Hungría colabora en Szeged con las autoridades civiles en los servicios de patrulla de los bosques circundantes, donde distribuyen alimentos y agua. Entre un 20 y un 30% de las 150 personas atendidas en la primera semana son bebés y niños, de recién nacidos a 6 años de edad. En Győr, donde está en funcionamiento un programa similar, el servicio está negociando un acuerdo con la agencia local de inmigración para definir la división de roles en la zona. “La falta de higiene por escasez de instalaciones sanitarias es un problema cada vez más acuciante. Estamos atendiendo muchos casos de fiebres, diarreas, vómitos y alergias cutáneas”, afirma un trabajador de la Orden de Malta implicado en este proyecto.
En esta fase inicial, el servicio de ayuda húngaro de la Orden de Malta está recopilado información y evaluando los progresos realizados hasta la fecha, con el fin de desarrollar recomendaciones. En respuesta a la actual crisis humanitaria, el servicio está en disposición de intervenir allí donde sea necesario.
La Orden de Malta cuenta con un amplio abanico de programas de asistencia a inmigrantes y refugiados en todo el mundo. En junio pasado se ha lanzado una campaña internacional con ocasión del Día Mundial del Refugiado, cuyo objetivo es conseguir nuevas respuestas humanitarias.