Carta del Lugarteniente del Gran Maestre Frey Marco Luzzago en respuesta al mensaje del Papa Francisco con motivo de la 55ª Jornada Mundial de la Paz, que se celebra hoy, 1 de enero de 2022

Beatísimo Padre,

También al finalizar este año, tan difícil y doloroso para una gran parte de la familia humana, su mensaje con motivo de la 55ª Jornada Mundial de la Paz nos ilumina; deseo expresar a Su Santidad la más profunda gratitud de toda la Orden de San Juan: profesos y laicos, personal sanitario y voluntarios, trabajadores y grupos de jóvenes, actualmente presentes en 120 países del mundo y comprometidos con el servicio a los más desfavorecidos, los enfermos y los refugiados. También nos comprometemos a buscar los métodos y los medios más adecuados para adaptar nuestra Orden casi milenaria a los desafíos del siglo XXI y a las enseñanzas que recibimos de Su Santidad.

La lectura de su mensaje, que hemos propuesto hoy a los 13.500 miembros de la Orden de Malta y a los más de 100.000 voluntarios y trabajadores a través de los medios de comunicación, es un estímulo positivo que nos lleva a intensificar y hacer más incisiva nuestra acción al servicio de los enfermos, de los refugiados y de los muchos olvidados que conviven con nosotros en nuestras ciudades.

El mensaje de la Jornada Mundial de la Paz nos hace ver que la paz, en su más alta y plena expresión, es un don de Dios: un don que los hombres y mujeres deben ganarse cada día con sus buenas obras, como constructores de paz convencidos. Que la paz sea hoy no sólo la tranquillitas ordinis del ilustrado Hipócrates, sino también una condición ambiental que favorece el bienestar de todos, y que sin embargo debe ser sostenida diariamente con gran energía positiva intelectual, moral, espiritual y material. A esta tranquillitas dinamica dedica actualmente la Orden de San Juan sus mejores y más profundas energías.

Permítame, Santo Padre, expresar mi más convencida adhesión, y la de toda nuestra Orden, a las valoraciones y prioridades tan claramente expresadas en su mensaje. Elevo una oración especialmente sentida, a raíz de su reflexión sobre el aumento de los gastos militares, que contrasta tan dramáticamente con la disminución de la inversión gubernamental en enseñanza y formación; no puedo dejar de constatar que la atención que se presta, con razón y por necesidad, a la lucha contra el cambio climático, rara vez va acompañada de la misma preocupación por el rearme actual y la regresión de los pactos para el control de armas.

Quisiera transmitir a Su Santidad la expresión de mi devoción y la de la Orden de Malta en su conjunto, y asegurarle que le acompañan nuestras continuas oraciones: las mías, las de la comunidad del Gran Magisterio, las de toda la Orden.

Con devoción filial,

Frey Marco Luzzago