En respuesta al mensaje del Santo Padre para la celebración de la 54ª Jornada Mundial de la Paz el 1 de enero de 2021, el Lugarteniente del Gran Maestre Frey Marco Luzzago escribe a Su Santidad:
«Beatísimo Padre,
Gracias de todo corazón, en mi nombre como nuevo Lugarteniente del Gran Maestre de la Orden de Malta y en nombre de todos los que forman parte de la Orden o que son voluntarios en sus actividades asistenciales, por habernos indicado tan claramente cuáles son «el timón de la dignidad de la persona humana y la “brújula” de los principios sociales fundamentales».
Efectivamente, su mensaje para la celebración de la 54ª Jornada Mundial de la Paz representa para todos nosotros una invitación a intensificar las actividades de solidaridad cristiana, siguiendo la vía de nuestra tradición milenaria basada en las virtudes teologales, basada en el amor a Dios y al prójimo, el espíritu de servicio, el valor, la solidaridad, el sacrificio por el bien de todos.
Somos conscientes de que solo podremos ser fieles a nuestro carisma si vivimos nuestra espiritualidad, con fidelidad y tenacidad, como respuesta a un don recibido y a una vocación por la que nos sentimos responsables. Solo con la más sincera, plena y total dedicación a Cristo y a la Iglesia podremos concluir con éxito, en los próximos meses, la reforma de la Constitución y del Código, gracias también a la cercanía de Su Eminencia Reverendísima el cardenal Silvano Tomasi, que Su Santidad ha tenido a bien designar como delegado especial para la Orden de Malta.
Con la asiduidad a la oración y con la perseverancia en las pruebas en estos momentos críticos, marcados por la pandemia, confío que seremos capaces de cumplir con eficacia nuestra misión en el mundo, acudiendo en auxilio de todos los que nos necesitan, los enfermos, los pobres, los oprimidos.
En previsión de la misión apostólica que Su Santidad realizará en marzo a Irak, país martirizado, me permito señalar, con el espíritu del mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, el programa Retorno a Nínive, dirigido por Malteser-International-es, la organización de ayuda internacional de la Orden de Malta, que pretende favorecer el retorno a sus lugares de origen de las familias huidas por causa de la guerra. En el marco de este programa se construyen casas y escuelas, favoreciendo las oportunidades de empleo y la cohesión social entre grupos de distintas etnias y religiones, con el objetivo de promover el diálogo y acabar con los prejuicios enquistados tras años de guerra y tensiones en el país. Un simple gesto de Su Santidad representará un aliento y una fuente de motivación inimitable y escasa para todos aquellos que trabajan en la llanura de Mosul. Las oraciones de la Orden y las mías propias acompañarán la presencia del Vicario de Cristo en uno de los lugares que han visto florecer algunas de las más antiguas iglesias cristianas.
Asegurándole mi plena adhesión humana y espiritual con el mensaje de Su Santidad, quisiera expresar en nombre de toda la Orden de San Juan nuestra más profunda y filial devoción».
Frey Marco Luzzago