En la iglesia diseñada por Giovani Battista Piranesi de Villa Malta en el Aventino, el Príncipe y Gran Maestre Frey Andrew Bertie recibió en solemne audiencia al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Orden de Malta para desear a sus miembros un feliz Año Nuevo.
Ciento cincuenta diplomáticos de cuarenta y seis países, los dignatarios de la Orden, y el recién nombrado Canciller de la Orden, Conde Jacques de Liedekerke, estuvieron presentes en la ceremonia.
La audiencia se inició con un saludo ofrecido por del decano del Cuerpo Diplomático, el Embajador de Honduras, Alejandro Emilio Valladares Lanza, en el que subrayó las excelentes relaciones diplomáticas que mantiene la Orden con 90 países en todas partes del mundo. Recordando los trágicos acontecimientos que marcaron el pasado año, como los ataques terroristas, el Embajador citó la eficacia de las acciones humanitarias llevadas a cabo por la Orden a través de los servicios de socorro en los países castigados por el hambre, sequía y guerras, proporcionando ayuda inmediata en casos de emergencia y donde surjan necesidades de todo tipo.
El Gran Maestre, al desefrar un feliz Año Nuevo a los Jefes de Misión, hizo hincapié en que el proceso de globalización internacional no puede ignorar a los países en desarrollo donde las poblaciones viven todavía en condiciones de pobreza. El compromiso de la Orden de Malta a lo largo de los siglos siempre ha sido y sigue estando centrado en el campo de la ayuda médica y las actividades humanitarias, en consonancia con la regla de obsequium pauperum y tuitio fidei (servicio a los que sufren y defensa de la Fe).
La imparcialidad con que la Orden desarrolla su misión humanitaria está patente en las numerosas representaciones diplomáticas presentes en muchos países del mundo y en los recientes convenios de colaboración concertados con Senegal, Ecuador, Georgia y el convenio en materia de sanidad firmado con la República Italiana.
El Gran Maestre hizo alusión a las numerosas actividades de los hospitales de la Orden en Europa, África, Sudamérica y en Oriente Medio y al proyecto piloto del Comité Internacional de la Orden de Malta (CIOMAL) para la lucha contra el sida en Méjico y en el Senegal. A continuación el Gran Maestre citó las actividades del Cuerpo de Emergencia de la Orden de Malta (ECOM) durante los terremotos en El Salvador y en la India, en Belice después del huracán Iris, y en Afganistán, ayudando a los refugiados. Su Alteza también habló de las actividades del Hospital de Belén, gestionado por la Asociación de Obras Hospitalarias Francesas de la Orden de Malta, el cual, a pesar de los recientes bombardeos, sigue asistiendo a madres y niños palestinos e israelíes, lo que se considera “una señal alentadora y significativa para la paz entre las partes involucradas en el conflicto”.
Haciendo referencia a la llamada del Papa, el Gran Maestre reiteró la importancia de trabajar unidos, especialmente los cristianos y los musulmanes, y de no dejar que la religión sea un motivo de odio y conflicto, insistiendo también sobre la necesidad de establecer la paz y la solidaridad en el mundo.