El Gran Maestre de la Soberana Orden Militar de Malta, Frey Matthew Festing, recibió el martes 28 de abril al Presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, en una visita oficial. Ésta es la primera misión europea en 15 años para el Jefe de Estado belaruso, elegido en 1994. Lukashenko se entrevistó también con el Papa Benedicto XVI en el Vaticano.

El Presidente fue recibido a su llegada al Palacio Magistral, cerca de las 11 de la mañana, por la guardia de honor de la Orden de Malta, que tocó los dos himnos nacionales bajo una lluvia incesante. El Gran Canciller Jean-Pierre Mazery y el Ministro de Asuntos Exteriores belaruso Sergey Martynov firmaron un acuerdo postal, que entrará en vigor el 28 de mayo, lo cual eleva a 55 el número de países que reconocen los sellos de la Orden.

Ha sido ésta una visita “de especial significado”, que “abrirá nuevas perspectivas para el futuro”, afirmó el Gran Maestre inmediatamente después de la firma de un acuerdo bilateral que intensifica la asistencia sanitaria y humanitaria de la Orden en Belarús.

Los dos Estados mantienen relaciones diplomáticas desde 1996, pero ya a finales de los 80 las asociaciones polaca, belga e italiana de la Orden ayudaban a los cientos de niños afectados por el desastre de Chernóbil, asistencia humanitaria calificada por el Presidente Lukashenko como “versátil”. “Tenía un enorme interés en realizar esta visita”, señaló el Presidente, “para agradecer a la Orden todos sus esfuerzos por mitigar los efectos del desastre organizando vacaciones de verano para los niños, proporcionando equipo médico y formación para el personal sanitario”.

La visita concluyó con un almuerzo en el que estuvo presente también el Secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Tarcisio Bertone. El año pasado, el Cardenal visitó Belarús y ayer, tras el encuentro entre Benedicto XVI y Lukashenko, recibió una vez más la invitación del Presidente belaruso de organizar la reunión, en Minsk, entre el Papa y el Patriarca moscovita Kirill. “En mi opinión es significativo”, comentó el Cardenal Bertone al líder belaruso, “que la Santa Sede y la Orden de Malta se sienten junto a usted. Es porque persiguen un objetivo común, llevar a la comunidad internacional y a todos los rincones del mundo los elevados ideales de la fe cristiana, que son también parte de la historia, la civilización y la cultura belarusas”.

En su despedida, Lukashenko afirmó esperar que las relaciones entre Belarús y la Orden pudieran ayudar a “reforzar la paz y la harmonía entre las distintas confesiones del país”, y que las relaciones bilaterales pudieran desarrollarse “sobre la base del respeto mutuo y la dedicación a los valores cristianos”.