La peregrinación anual de la Orden de Malta al santuario de Loreto, en Las Marcas, se ha visto este año recompensado con tres días magníficamente soleados: el contraste entre el azul del cielo y el blanco de la basílica de la Santa Casa quedará para siempre impreso en la memoria de los más de 1.700 participantes.
Como en años anteriores, muchos enfermos y discapacitados, entre ellos casi 250 con graves patologías, han querido participar en la peregrinación mariana. Entre los peregrinos, además de 43 sacerdotes y un centenar de médicos y enfermeros, destacaban también las boinas rojas de los «jóvenes ayudantes»: aproximadamente 150 voluntarios, de entre 5 y 16 años, que han prestado distintos servicios como llevar agua y atender en el comedor.
A ellos, como al resto de los presentes, El Gran Maestre Frey Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto ha dirigido su mensaje de caluroso agradecimiento, repetido tres veces, que ha suscitado un largo aplauso espontáneo al final de la celebración dominical. La misa ha sido presidida por el Prelado de la Orden, monseñor Jean Laffitte, y además del Gran Maestre han asistido el Gran Comendador Frey Ruy Gonçalo do Valle Peixoto de Villas, el Gran Hospitalario Dominique de La Rochefoucauld-Montbel, algunos miembros del Consejo Soberano y los procuradores de los tres Grandes Prioratos italianos.
Durante su homilía sobre el Evangelio de San Lucas, el Prelado ha citado ante los muchos jóvenes presentes como ejemplo a Carlos Acutis, joven de 15 años fallecido a causa de una leucemia fulminante hace 15 años, y para quien se ha abierto una causa de beatificación.
Uno de los momentos más emotivos se ha vivido cuando se ha concedido la cruz lauretana a la memoria del suboficial Mario Cerciello Rega, asesinado en acto de servicio en julio pasado, y que ha recogido su viuda Rosa María Cerciello, por los servicios del carabiniere como voluntario de la Orden de Malta.
La Santa Casa de Loreto se considera, desde finales de la Edad Media, la casa donde la Virgen María vivió y crio al niño Jesús. En 1469 se construyó una gran basílica alrededor del pequeño santuario, que atrae cada año a cuatro millones de peregrinos y visitantes.
Photo Credit: Giorgio Minguzzi