Más de 200 Jefes de Estado y de Gobierno asistieron al funeral de Su Santidad el Papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro, en Roma.
La delegación de la Orden de Malta estuvo encabezada por el Gran Maestre, Frey Andrew Bertie.
Entre los presentes se encontraban el Rey de España Juan Carlos I con la Reina Sofía, el Príncipe de Gales, el Presidente francés Jacques Chirac, el Rey Abdalá de Jordania, el Primer Ministro británico Tony Blair, el Presidente de Irán Mohamed Jatamí, el Presidente de Siria Bashar el Asad, el Primer Ministro palestino Abú Alá, Amid Karzai de Afganistán, el Presidente de los Estados Unidos George Bush, y el Presidente de la República Italiana Carlo Azeglio Ciampi. Asistieron igualmente dirigentes de muchas otras religiones.
Más de un millón de personas acudieron a Roma a presentar sus respetos al Papa Juan Pablo II, y 300.000 asistieron a su funeral en la Plaza de San Pedro. Varios cientos de miles siguieron también la ceremonia desde las grandes pantallas colocadas en las principales plazas de la ciudad, así como en muchas capitales del mundo, y televisiones de más de 90 países retransmitieron en directo la ceremonia. Los ritos eclesiásticos oficiados por el camarlengo del Pontífice, el cardenal Eduardo Martínez Somalo, y la homilía pronunciada por el cardenal Joseph Ratzinger se dirigieron a todas las razas, religiones, edades y orígenes sociales, en un servicio celebrado en varios idiomas y que recogió ritos eclesiásticos orientales y occidentales. La brisa que soplaba en la plaza acariciaba las hojas del Evangelio colocado sobre el ataúd, y agitaba las vestimentas rojas de los 140 cardenales que, en solemne procesión, se inclinaban ante él en señal de respeto.
“¡Levantaos, vamos!”, nos dice también hoy», exhortó el cardenal Ratzinger durante su homilía, que se vio interrumpida 14 veces por los aplausos de la congregación y de los miles de personas que participaban de la ceremonia en las plazas de Roma. La homilía recordó la vida del Papa, su vocación y su misión, concluyendo con la frase que conmovió a millones de corazones en todo el mundo: “Juan Pablo II está ahora en la ventana de la casa del Padre, nos ve y nos bendice”.