La visita del Gran Maestre de la Soberana Orden Militar de Malta a la República Democrática del Congo prosiguió de jueves a domingo en Bukavu, en la frontera con Ruanda. Allí visitó los proyectos sociosanitarios que Malteser-International-es, el cuerpo de ayuda internacional de la Orden, lleva a cabo desde el año 1996. Tras ser recibido por el gobernador de la región, el Gran Maestre se entrevistó con algunos representantes de la administración local para analizar las condiciones de vida de una población que ha sido víctima de agresiones graves y continuadas durante los conflictos de los últimos años.
En cada etapa de su visita, el Gran Maestre fue recibido por multitud de personas que le obsequiaron con bailes, cantos, artesanía local y palabras de sincera gratitud por la labor que la Orden desempeña en la zona. En esta región de extrema inestabilidad, la paz y la seguridad se ven amenazadas a diario. A pesar de que la guerra terminó oficialmente en el año 2003, tras cinco años de enfrentamientos y más de cinco millones de víctimas mortales, los conflictos armados entre el ejército regular congoleño y las milicias no gubernamentales integradas por ex-soldados y grupos tribales siguen provocando asaltos y saqueos, con las consiguientes masacres y agresiones a civiles.
Por esta razón, Malteser-International-es mantiene en la actualidad 350 unidades médicas y 30 centros de distribución de alimentos en la zona, en colaboración con diócesis y decenas de organizaciones para asistir a la población afectada. Gracias a la dedicación del cuerpo de ayuda internacional de la Orden de Malta, cerca de dos millones y medio de personas tienen acceso a servicios sanitarios (principalmente, tratamientos médicos básicos y prevención de la malaria) en las áreas de Kivu del Sur, Ituri y Haut Eélé, Mulungu y Kanziba. El programa ofrece campañas de vacunación y atención médica y psicológica a las víctimas de la violencia sexual, así como a los enfermos de tuberculosis y Sida. Asimismo, el programa se centra en la seguridad alimentaria, ya que los años de tensiones y enfrentamientos han mermado de manera significativa la capacidad de producción agrícola de la región y su población sigue padeciendo malnutrición. Las tareas de reconstrucción de carreteras y puentes que Malteser-International-es está llevando a cabo en esta zona son especialmente significativas: es indispensable disponer de una red eficiente de carreteras para hacer llegar la ayuda humanitaria a la población de las zonas rurales más remotas, así como para facilitar el acceso a medicamentos, hospitales, mercados, ciudades, etc.
El Presidente de Malteser Internacional, Nicolas de Cock de Rameyen, el Vicepresidente Thierry de Beaumont-Beynac y el Secretario General Ingo Radtke acompañaron a Frey Matthew Festing en su reunión con el personal local e internacional del cuerpo de ayuda de la Orden. La Orden de Malta les da las gracias por sus esfuerzos y admira su trabajo diario, afirmó el Gran Maestre durante el encuentro en la sede de Malteser-International-es en Bukavu. Les estamos profundamente agradecidos y nos enorgullece su labor.
La asistencia a mujeres y jóvenes víctimas de la violencia sexual, que la milicia armada ejerce de manera sistemática, ha tenido una extraordinaria repercusión social. En un país en el que aproximadamente el 5% de la población es seropositiva, los centros de salud de la Orden administran profilácticos para evitar el contagio del VIH en las 72 horas posteriores a la agresión sexual, ofrecen análisis y atención ginecológica a mujeres embarazadas, así como información sobre prevención. Hasta la fecha, se ha atendido a más de 35.000 mujeres; sin embargo, se estima que sólo se denuncia el 10% de estos delitos. Gracias a la labor de apoyo de Malteser-International-es, el año pasado se aprobó una ley nacional que reconoce como delito la violación.
Durante su visita del viernes por la mañana, Frey Matthew Festing se centró en alguno de estos proyectos, especialmente en Kaniola-Nzibira donde se han reabierto las principales instalaciones locales y se ofrece atención médica y humanitaria. El sábado, el Gran Maestre inauguró el área reformada del hospital general de Idjwj, una obra llevada a cabo por la Asociación belga de la Orden en colaboración con el gobierno belga. Esta isla, la mayor del mundo situada en un lago, tiene una población de más de 200.000 habitantes, que no puede acceder fácilmente a los servicios sanitarios.
El domingo, el Gran Maestre asistió a un encuentro con los obispos locales antes de partir hacia Nairobi, la tercera etapa de su viaje por África, donde será recibido por las autoridades keniatas.