«Permaneceremos al lado de la población de las zonas devastadas por el seísmo». Así lo ha declarado Dominique de La Rochefoucauld-Montbel, Gran Hospitalario de la Soberana Orden de Malta, de visita en las zonas afectadas. «La fase de emergencia no ha concluido aún, pero esta visita me ha permitido agradecer a nuestros voluntarios del cuerpo de ayuda italiano todo lo que han hecho hasta ahora. Son un ejemplo que nos sirve de inspiración».

En una carta enviada recientemente a los directores de los organismos nacionales de la Orden de Malta en el mundo, el Gran Hospitalario ha lanzado un llamamiento para la recogida de fondos que ayuden a atender a la población golpeada por esta tragedia. Aquí la información necesaria para efectuar una donación.

Dominique de La Rochefoucauld-Montbel, acompañado por Mauro Casinghini, director nacional del cuerpo de ayuda italiano de la Orden de Malta, ha visitado Amatrice. Se ha desplazado después hasta el polideportivo, donde se ha instalado el centro logístico para la distribución de las ayudas y que sirve de refugio a muchos de quienes han perdido su hogar. Allí ha almorzado con los voluntarios.

El cuerpo de ayuda italiano de la Orden de Malta (CISOM)

Más de 50 voluntarios de la Orden de Malta siguen trabajando en la zona golpeada por el seísmo del 24 de agosto, que ha dejado casi 300 muertos y más de 2.000 personas sin hogar. Las malas condiciones meteorológicas de estos últimos días han hecho aumentar el número de personas alojadas en el polideportivo de Amatrice, gestionado por la Orden de Malta, agotando las 150 camas ofrecidas. Entretanto, se suceden las réplicas del terremoto, algunas de las cuales con una intensidad perceptible.

En la distribución de tareas, el CISOM se ocupa de las siguientes actividades:

– asistencia a la población en términos de distribución de material de primera necesidad (parte del polideportivo se ha dedicado a almacén);

– atención a la población aislada con equipos sanitarios, para revisión médica y distribución de fármacos;

– asistencia psicológica con el equipo de apoyo psicológico, compuesto por 4 voluntarios;

– medicalización de los helicópteros de la Guardia costera con voluntarios expertos en reanimación, preparados para la evacuación de heridos.