Cientos de cuerpos rescatados del mar tras un nuevo naufragio

“Es una tragedia sin precedentes” resume Emilio Schirru, médico del cuerpo de ayuda italiano de la Orden de Malta, y de los primeros en llegar al lugar del naufragio de una barcaza con cerca de 500 inmigrantes a bordo, cerca de Lampedusa, Sicilia. Sus palabras describen mejor que una fotografía la envergadura de la última tragedia de la inmigración y la situación desesperada a la que se enfrentaron los equipos de rescate: “cientos de cuerpos flotando en el agua, entre ellos niños, mujeres embarazadas”.

Antiguo destino turístico y joya del Mediterráneo, Lampedusa se ha convertido una vez más en una tumba a cielo abierto. La cifra de fallecidos sigue aumentando: se han recuperado ya más de un centenar de cadáveres, pero aún quedan muchos desaparecidos. Probablemente haya un centenar de cuerpos atrapados bajo los restos, hundidos a 150 pies de profundidad. El barco se hundió ayer tras incendiarse, al amanecer, tan sólo a media milla de la costa de la isla italiana, frontera entre Europa y África.

Al parecer algunos inmigrantes prendieron fuego a una manta para atraer la atención de buques vecinos o de los guardacostas, pero el fuego se extendió por todo el barco. Un gesto mortal, que en segundos convirtió al barco en un infierno. Muchos inmigrantes saltaron al agua intentando escapar de las llamas, pero sin saber nadar.

Ésta es la última de una larga lista de tragedias similares, cuyos protagonistas son personas desesperadas, que huyen de la guerra, la persecución, la pobreza, la miseria.

Mauro Casinghini, director nacional del cuerpo de ayuda italiano de la Orden de Malta, se encuentra en Lampedusa para seguir de cerca las operaciones de rescate. “Este naufragio llega tras una serie de operaciones de rescate complicadas de las patrullas costeras y la Guardia de Finanzas. Apelamos a las organizaciones, las fundaciones e instituciones filantrópicas, a los ciudadanos, para que nos ayuden a conseguir fondos suficientes para garantizar esta asistencia”, que va desde las operaciones de rescate en alta mar a la asistencia médica y psicológica, esencial en este tipo de situaciones.

Desde 2008, el cuerpo de ayuda italiano de la Orden de Malta (CISOM) ha prestado asistencia médica a más de 4.000 niños, mujeres y hombres que intentan llegar a Europa a través del Estrecho de Sicilia. Muchas de las mujeres rescatadas están embarazadas.

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