Con más del 25 por ciento de los presos mundiales, los Estados Unidos tienen la mayor población carcelaria del mundo. Actualmente, dos millones de personas están detenidas en los centros penitenciarios estatales o federales, y cuatro millones están en libertad vigilada. Una situación que queda reflejada en las condiciones de vida de los presos. Según las estimaciones, las cárceles estadounidenses han superado su capacidad en un 40 por ciento.

La asistencia y el apoyo psicológico a los detenidos son una de las principales actividades de la Asociación americana de la Orden de Malta; es un proyecto en el que converge desde hace años también el trabajo de las otras asociaciones de la Orden de Malta en Norteamérica: la Asociación federal, la Asociación occidental y la Asociación canadiense, lo cual ha llevado a la creación de un comité de coordinación. En 31 Estados del país, miembros y voluntarios de la Orden gestionan programas de apoyo a los detenidos y sus familias.

Frente a un índice de reincidencia muy alto (el 65 por ciento de los ex presos acaba de nuevo en prisión), la Orden de Malta se centra especialmente en facilitar la reinserción de los ex presos en la sociedad, con un acompañamiento de formación profesional y en la búsqueda de alojamiento, inmediatamente después de la salida de la cárcel.

Con un población carcelaria que ha aumentado un tercio desde 1980, la Orden de Malta trabaja también en la prevención, impartiendo cursos de concienciación en las escuelas que informan a los jóvenes, sobre todo hijos de presos, sobre la legalidad.

También asiste a los familiares de los detenidos durante la visita a las cárceles, y con la lectura de la Biblia y la oración ofrece un valioso apoyo psicológico a las personas condenadas, algunas en el corredor de la muerte.