Robert L. Shafer, Observador Permanente y Embajador de la Orden de Malta ante las Naciones Unidas, presentó el 18 de octubre un discurso sobre derechos de los niños ante la Tercera Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, como clausura de tres interesantes y productivos días de debates sobre la Protección y la Promoción de los Derechos del Niño. Los debates se centraron en las numerosas cuestiones relativas a los derechos del niño, como el caso de los niños en conflictos armados, la violencia contra los niños, los niños soldado, el VIH/Sida, el trabajo infantil, el tráfico de niños, la salud y la educación infantil, la vulnerabilidad de los niños ante los desastres naturales y las problemáticas especiales de las niñas.
El Observador Permanente comenzó su intervención señalando que la Orden Soberana y Militar de Malta considera esencial la promoción y la protección de los derechos humanos del niño. Se sumó a lo manifestado por el Secretario General, que sitúa al niño en el centro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y reconoce que son los más vulnerables de la sociedad y a menudo los más necesitados. El Observador Permanente felicitó a la comunidad internacional por la ratificación sin precedentes y casi universal de la Convención sobre los Derechos del Niño, pero señaló que aún queda mucho para su plena aplicación.
Igualmente, afirmó que el derecho más fundamental del niño es el derecho a la vida, y que el número de niños que mueren por causas evitables resulta inaceptable. Aseguró ante la Asamblea que la Orden de Malta y sus 80.000 voluntarios intentan con su trabajo reducir este número, y que seguirán llevando a cabo sus programas de vacunación en todo el mundo.
Tras presentar a la familia como unidad fundamental de la sociedad, un entorno natural para el crecimiento y el bienestar de sus miembros, el Observador Permanente hizo hincapié en la pandemia del VIH/Sida, que ha creado serios problemas a los niños al destruir la unidad familiar. Comentó que, a través de sus 900 años de historia, la Orden de Malta no ha conocido epidemia más catastrófica para la unidad familiar que la del VIH/Sida, que ha dejado huérfanos de uno o de los dos padres a más de 16 millones de niños menores de 15 años. Esta situación aumenta la vulnerabilidad de los niños frente a la violencia. El Observador Permanente afirmó el apoyo de la Orden de Malta a las recientes recomendaciones sobre esta cuestión de la Comisión sobre los Derechos del Niño. Reafirmó el compromiso de la Orden de Malta en defensa de los derechos de los niños que viven sin atención parental y describió la ampliación y la mejora de sus muchos orfanatos y escuelas, especialmente dirigidas a las necesidades específicas de estos niños, los más vulnerables.
Se estima que 300 millones de niños sufren violencia, abusos y explotación en el mundo, y el Observador Permanente señaló que los abusos sexuales y el tráfico y explotación de los niños se ceban desproporcionadamente en las niñas. Expresó la más absoluta condena por parte de la Orden de Malta de estas deplorables violaciones de los derechos de los niños y reafirmó el compromiso de la Orden para con la erradicación de dichos delitos.
Para concluir, el Observador Permanente dejó clara la necesidad de alcanzar un mayor nivel de compromiso y esfuerzo por parte de las agencias de las Naciones Unidas. Deben, en efecto, reorientar las energías de la comunidad internacional, y pasar de la elaboración de normas a su aplicación en la práctica. A este respecto, citó el ejemplo del Hospital de la Santa Familia en Belén-Palestina, gestionado por la Orden de Malta, que celebró recientemente el recién nacido número 30.000 en 15 años, a pesar de haber sufrido ataques y daños como consecuencia de la violencia en la zona.