Las asociaciones nacionales, los cuerpos de ayuda y los voluntarios se unen para sacar a la luz este drama planetario.

El número de refugiados y personas desplazadas en el mundo ha llegado a niveles sin precedentes desde el final de la segunda guerra mundial. En Siria, debido al conflicto que dura ya cuatro años, se calcula que cada 60 segundos una familia se ve forzada a abandonar su hogar. Cada tres segundos una persona se convierte en desplazado en algún lugar del mundo. 52 millones de personas han huido de catástrofes, guerras o hambrunas; de ellos, la mitad son niños. Concretamente, hay cerca de 17 millones de refugiados, más de 33 millones de desplazados internos (forzados a huir de sus hogares pero que permanecen en el país), y 1,5 millones de solicitantes de asilo. En 2014 se presentaron 866.000 nuevas solicitudes de asilo en los países industrializados, la mayoría de refugiados sirios, seguidos por los iraquíes. Son cifras que describen un mundo en llamas, con nuevas crisis en ciernes y viejas heridas abiertas.
El Día Mundial del Refugiado, establecido hace diez años por la Asamblea General de Naciones Unidas, se celebrará el sábado 20 de junio de 2015. Este año, la Soberana Orden de Malta también participa, lanzando una campaña de concienciación en los países en los que está presente. Todos los organismos de la Orden de Malta informarán sobre el problema de los refugiados en el mundo a través de las redes sociales y otros canales de información.
“El drama de los refugiados no desaparecerá en la próxima década. No sirve de nada construir muros y barreras. Frente a este drama y a la desesperación de millones de personas, debemos encontrar nuevos programas de ayuda humanitaria, nuevas formas de cooperación con los países de origen, que también tengan en cuenta los conflictos asimétricos en donde participan fuerzas que no representan a Estados”, afirma el Gran Canciller de la Soberana Orden de Malta, Albrecht Boeselager.

Presente en 120 países con 80.000 voluntarios, 33 cuerpos de ayuda, la organización de ayuda internacional Malteser-International-es, 57 Prioratos y Asociaciones nacionales y una red diplomática asentada, la Soberana Orden de Malta está en primera línea de la asistencia a refugiados y desplazados, tanto en los países implicados en conflictos como en los destinos finales de los solicitantes de asilo.

Algunos de los proyectos de la Orden de Malta en el mundo

En Siria, gracias a su red de socios locales, la Orden de Malta distribuye fármacos y productos de primera necesidad en las clínicas locales de los campamentos de refugiados de Damasco y Alepo. En Kilis, en la frontera entre Siria y Turquía, dirige un hospital de campo para los heridos de guerra. En Líbano, la Orden de Malta gestiona cuatro centros médicos que ofrecen asistencia sanitaria gratuita a los refugiados sirios, y ha inaugurado recientemente un centro médico móvil en el norte del país, en la frontera con Siria. En Erbil, en el norte de Irak, los equipos médicos de la organización de ayuda internacional de la Orden de Malta, Malteser-International-es, atienden a los desplazados en un quirófano móvil y dos centros médicos, a menudo de minorías cristianas y yazidíes, huidos de la violencia del Estado Islámico.

En África, la Orden de Malta lleva décadas gestionando programas de asistencia sociosanitaria. Tras el empeoramiento de la emergencia humanitaria en Sudán del Sur, la Orden ha intensificado su compromiso de ayuda a los desplazados; durante 2014 ha ayudado aproximadamente a 10.000 personas en dificultades. También ha intensificado sus esfuerzos en la vecina Uganda, donde han acabado muchos de los refugiados huidos de Sudán del Sur.

La Orden de Malta también está presente en Asia, donde desde hace años, lejos de las portadas, se desarrolla el drama de la minoría musulmana rohinyá. Únicamente en los cinco primeros meses de 2015, se estima que al menos 25.000 rohinyá víctimas de discriminación en Myanmar han intentado llegar a otros países del Sureste asiático, como Tailandia o Malasia. La Orden de Malta reparte desde 2003 fármacos, kits de higiene, redes antimosquito y alimentos en esos campos de refugiados. Inmediatamente después del terrible terremoto de Nepal el pasado 25 de abril, Malteser-International-es ha enviado equipos de recate en ayuda de las decenas de miles de sin techo.

Desde hace siete años, equipos de médicos, enfermeros y socorristas trabajan a bordo de los buques italianos para atender a los inmigrantes que intentan cruzar el Estrecho de Sicilia en embarcaciones precarias, una crisis humanitaria alimentada por los conflictos de Oriente Medio, los regímenes dictatoriales, los Estados fallidos y la persecución de minorías étnicas y religiosas. Durante los cinco primeros meses de 2015, casi 40.000 personas han intentado llegar a la costa italiana para proseguir su viaje hacia el norte de Europa.

El compromiso de la Orden de Malta no termina con sus servicios de emergencia y de primeros auxilios; continúa durante la vida diaria de las personas, ayudándoles a integrarse y a recobrar su dignidad humana. En Francia y Alemania, la Orden de Malta cuenta con programas de asistencia social a inmigrantes sin papeles y apoyo a solicitantes de asilo. En Alemania tiene 20 centros de ayuda a inmigrantes, a los que se calcula que en 2015 acudirán 300.000 refugiados. En Italia, España, Bélgica y Gran Bretaña, la Orden reparte comidas calientes a los sin techo, muchos de ellos inmigrantes, y está intensificando esta actividad.