«Cuando dos o tres personas rezan juntas, Dios está con ellas. Y hoy he sentido que Dios estaba con nosotros». Con estas afectuosas palabras ha recibido esta mañana el Gran Maestre Frey Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto en la Villa Magistral de la Orden de Malta, en el Aventino, a un nutrido grupo de sacerdotes de la diócesis de Versailles, venidos en peregrinación hasta Roma.
«Les agradezco que se hayan desplazado hasta aquí y que hayan rezado con nosotros», ha afirmado el Gran Maestre al término de la misa en la iglesia de Santa Maria del Aventino, celebrada por el Prelado de la Orden, monseñor Jean Laffitte, el obispo de Versailles, Eric Aumônier, y el obispo auxiliar Bruno Valentin.
Durante la celebración, estos últimos han pedido al Gran Maestre, al Gran Hospitalario Dominique de la Rochefoucauld-Montbel y a los otros miembros de la Orden presentes «una oración especial para los sacerdotes enfermos de nuestra diócesis, los que se hallan en Roma y los que se han quedado en Francia».
Al término de la celebración, el Gran Hospitalario ha descrito el espíritu y las obras de la Orden en el mundo a los 99 sacerdotes franceses, acompañados por el vicepresidente de la Asociación francesa, Alain de Tonquedec. A continuación ha citado el artículo 2 de la Constitución, que define los objetivos de la Orden, y ha recitado la oración del Caballero, donde se le requiere «practicar la caridad para con el prójimo, especialmente para con los pobres y los enfermos».