Excelencias, queridas Hermanas y Hermanos,
Permítanme comenzar agradeciendo a todos ustedes sus oraciones durante estas últimas semanas complicadas y turbulentas, mientras nos esforzamos por preservar los fundamentos de nuestra querida Orden. Dios ha escuchado nuestras oraciones. Confío en que ahora estamos bien encaminados para lograr nuestro objetivo de fortalecer nuestra institución mediante una Carta Constitucional y un Código que reflejen nuestras tradiciones y características, fundamentales para el cumplimiento de nuestra misión.
Durante la pasada semana, animados por los esfuerzos de Marwan Sehnaoui y Peter Szabadhegy, a los que quiero dar las gracias públicamente, hemos podido abrir y reforzar la comunicación en los niveles más altos de la Santa Sede, recibiendo importantes garantías del Santo Padre.
Los malentendidos que prevalecían entre el grupo de trabajo del delegado especial, S.E. el cardenal Tomasi, y los representantes de la Orden se están suavizando, especialmente después de los dos últimos días de conversaciones conjuntas. En particular, hemos recibido garantías satisfactorias de que no hay intención de violar en modo alguno la soberanía y el derecho de autogobierno de la Orden de Malta y, en consecuencia, se han modificado algunos artículos de la propuesta de Constitución.
Durante los encuentros conjuntos, Mauro Bertero, Frey Alessandro de Franciscis y yo hemos tenido la oportunidad de exponer algunas cuestiones fundamentales de principio, las peculiaridades de nuestra Orden y la necesidad de revisar el proyecto de Constitución y Código presentado por el delegado especial. Con este espíritu se ha fijado la fecha del 22 y 23 de febrero para una nueva reunión conjunta.
Ayer, Marwan Sehnaoui se reunió en privado con S.E. el cardenal Tomasi, lo que les dio la oportunidad de aclarar ciertos puntos y reafirmar su amistad y estima mutuas.
Durante la semana pasada, recordamos el llamamiento del Santo Padre a la renovación espiritual de la Orden, y especialmente de nuestros miembros profesos. Es urgente alcanzar este objetivo para que la Orden pueda suscitar nuevas vocaciones en miembros actuales y futuros de la Orden que deseen vivir una vida consagrada a través de la misión de la Orden, Tuitio Fidei et Obsequium Pauperum.
Les pido que sigan rezando en los próximos días y semanas. Confío en que el nuevo clima de colaboración y confianza con las más altas instancias de la Santa Sede nos ayude a encontrar, rápidamente y de forma colaborativa y transparente, las mejores soluciones a algunos de los retos a los que se enfrenta la Orden. Confío en que, con el apoyo de todos ustedes, Marwan y Peter, como presidente y vicepresidente del Comité Director para la reforma constitucional de la Orden, serán capaces de guiar este proceso hacia el resultado positivo que todos deseamos. Será esencial proporcionar a los delegados de la Orden en la Comisión Mixta creada por el delegado especial los apoyos necesarios para llevar a cabo su tarea.
Un saludo fraternal,
Albrecht Freiherr von Boeselager