El ecosistema del norte de Uganda está al borde de la destrucción a causa de la deforestación y del cambio climático. Estos fenómenos afectan principalmente a las comunidades más pobres del país, que viven justamente en esas zonas y para quienes la leña sigue siendo la principal fuente de energía: muchas familias dependen de la leña y el carbón incluso para cocinar y lavar.
La deforestación ha provocado la pérdida de más de dos tercios de los bosques de Uganda en los últimos 25 años, ocasionando un empobrecimiento del suelo, la pérdida de la biodiversidad, inundaciones y sequías prolongadas, todo ello amenazas graves para la seguridad alimentaria.
Para renovar la cubierta vegetal y contribuir a crear oportunidades de ingresos que sean ecosostenibles, Malteser-International-es, la organización de ayuda internacional de la Orden de Malta, ha promovido distintas iniciativas de conservación medioambiental en el norte de Uganda, en colaboración con Malteser Austria y organizaciones locales.
El objetivo del proyecto, para el que se ha lanzado una campaña de recogida de fondos, es reforestar 90 hectáreas de terreno en la zona noroccidental de Arua, y formar a grupos de jóvenes en la práctica de la silvicultura y la agricultura sostenible. Se han plantado ya 101.000 árboles, incluidos árboles frutales.
Tiempo atrás llamado «la perla de África», el país paga todavía las consecuencias de 20 años de guerra civil. Además, el norte del país se enfrenta a la llegada masiva de refugiados de países vecinos, en especial de Sudán del Sur.
Malteser-International-es trabaja en Uganda desde 1996.