El Lugarteniente del Gran Maestre de la Orden de Malta, Frey John T. Dunlap, ha recibido hoy en el Palacio Magistral al exarca ucraniano en Italia, monseñor Dionisio Lachovicz, quien le ha entregado una carta del primado de la Iglesia greco católica, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de Kiev-Halic.

La dramática situación de Ucrania, «víctima de una guerra que comenzó hace ocho meses y que ha traído muerte, destrucción y dolor», ha constituido el tema central del encuentro, al que también han asistido el delegado especial del Papa Francisco para la Orden de Malta, el cardenal Silvano Maria Tomasi y el cardenal Leonardo Sandri, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales.

En su carta, el arzobispo de la Iglesia greco católica ucraniana da las gracias a la Orden de Malta «por asumir el sufrimiento de nuestro pueblo con acciones concretas de ayuda y solidaridad», y expresa su reconocimiento «por su inmensa labor humanitaria y su compromiso diplomático con la paz en Ucrania».

El cardenal Leonardo Sandri ha manifestado su «admiración y gratitud por el compromiso de la Orden de Malta con la atormentada tierra de Ucrania». «No tengo más palabras, ha dicho el cardenal, para describir la aterradora situación que sigue trayendo muerte, violencia y gente que vive con miedo, en sótanos, bajo las bombas».

El Lugarteniente del Gran Maestre ha reafirmado la determinación de la Orden de Malta de «hacer todo lo necesario para seguir prestando ayuda y asistencia a los ucranianos que sufren».

Desde el comienzo de la guerra, el pasado 24 de febrero, la Orden de Malta ha intervenido para llevar ayuda inmediata a los miles de desplazados y refugiados, tanto en territorio ucraniano como en los países vecinos. Entre las numerosas obras de solidaridad que menciona el arzobispo Sviatoslav Shevchuk en su carta se encuentran «los numerosos centros de acogida para personas desplazadas, las actividades de apoyo psicológico a los refugiados y a los heridos de guerra, las actividades de formación en primeros auxilios para la población, la acogida de niños ucranianos en campamentos de verano».