El hospital está gestionado por la Venerable Orden de San Juan de Jerusalén (en inglés: The Most Venerable Order of Saint John of Jerusalem) gracias a un acuerdo con el Hospital de la Sagrada Familia.

Layla es una niña palestina de 9 años. Como a todos los niños de su edad, le gusta jugar y correr al aire libre. Su padre se dedica al cultivo de almendros y su madre es ama de casa, y viven en una ciudad en el norte de Cisjordania. Cuando Layla tenía 7 años, sus padres se dieron cuenta de que no veía bien. Inmediatamente la llevaron a su médico local en Anabta, que les refirió a la clínica de San Juan, el hospital oftalmológico situado en la calle Muristan de la antigua ciudad de Jerusalén. Allí fue sometida a cirugía y recuperó completamente la visión; tenía una catarata bilateral madura que poco a poco la estaba dejando ciega. Justo en este lugar, en el siglo XII, los Caballeros de San Juan de Jerusalén, hoy la Orden de Malta, guiados por su fundador el Beato Gerardo, fundaron su primer hospital destinado a ofrecer atención sanitaria a todos los creyentes que llegaran a Tierra Santa. El hospital contaba con distintas alas y departamentos, en función de la naturaleza de la enfermedad y el estado del paciente – parecido a la organización de un hospital moderno. En situación de emergencia, el hospital podía aceptar hasta 2.000 pacientes. Los Hospitalarios de la Orden trataban a los enfermos de distintas religiones con respeto y dignidad, sin distinción de credo o de origen.

Siglos después, la tradición hospitalaria continúa: este antiguo y hermoso edificio ofrece atención oftalmológica primaria y de urgencias para los residentes y los turistas en la Ciudad Vieja. Muchos de los que aquí residen son pequeños comerciantes, que difícilmente pueden permitirse un largo viaje. Las restricciones de circulación entre la Ciudad Vieja y los alrededores de Jerusalén también impiden a los residentes desplazarse libremente.

La clínica ofrece un fácil acceso a la atención oftalmológica y también ofrece una solución a los residentes que no pueden desplazarse hasta el hospital principal, situado en las afueras y propiedad de la Venerable Orden de San Juan, para las revisiones. En octubre de 2016 el Hospital de la Sagrada Familia, hospital materno situado en Belén y gestionado por la Orden de Malta, firmó un acuerdo con la Orden de San Juan de Jerusalén destinado a mejorar la atención oftalmológica, con la apertura de esta clínica ambulatoria. Está previsto que la clínica, gestionada por la organización británica, atienda aproximadamente a 5.500 pacientes por año.

La Ciudad Vieja de Jerusalén cuenta con una población aproximada de 33.000 palestinos que se enfrentan todos los días a restricciones de circulación que les impiden salir de la ciudad. La tasa de crecimiento demográfico aumenta cada año, y no existe ningún servicio oftalmológico en el interior de los muros de la ciudad. El hospital es miembro de la Asociación Mundial de Hospitales Oftalmológicos y de la Red de Hospitales de Jerusalén Este, apoyada por la UE y la OMS.