El 7 de septiembre, frente a la basílica patriarcal de Santa María de los Ángeles en Asís, se podía contemplar un panorama asombroso: la inmensa plaza estaba literalmente invadida por miembros de la Orden de Malta que, como cada año, se han unido para la tradicional peregrinación en homenaje a la Virgen de Filermo, patrona de la Orden melitense.
Por expreso deseo del Gran Maestre, Frey Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto, la peregrinación a Asís se ha convertido en una peregrinación nacional con ocasión de la Natividad de María el 8 de septiembre, en la que participan los tres Grandes Prioratos italianos. De ahí la gran afluencia, el triple que en años anteriores, de los casi 600 peregrinos, entre Caballeros, Damas y voluntarios.
El arzobispo Angelo Acerbi ha celebrado la misa en presencia del Gran Maestre y del Gran Comendador, Frey Ruy Gonçalo do Valle Peixoto de Villas Boas, en la nave central de la basílica, íntegramente ocupada por miembros de la Orden en hábitos clericales.
Monseñor Acerbi, Prelado emérito, ha querido recordar en su homilía las palabras del Papa Benedicto XVI, que en su encíclica Deus Caritas definió a la Virgen María como «espejo de toda santidad». «María es una mujer que ama y, como creyente, piensa con el pensamiento de Dios y quiere con la voluntad de Dios». Después ha añadido: «Es un hermoso programa para nuestra vida cotidiana».
Al término de la celebración eucarística, el Gran Maestre y los miembros de la Orden han rendido homenaje a la imagen de la Virgen de Filermo, desfilando en procesión en la pequeña iglesia de Porciúncula, uno de los lugares más sagrados de la vida de San Francisco. Transportada desde Rodas a Asís al finalizar la segunda guerra mundial, la reproducción de la Virgen de Filermo se encuentra situada cerca del altar del transepto izquierdo.
La misa ha dejado paso a una visita a la residencia magistral del Castillo de Magione, donde Vittorio Capuzza ha explicado los últimos desarrollos en la causa de beatificación del 78º Gran Maestre, Frey Andrew Bertie.