Soberana y Militar Orden
Hospitalaria de San Juan de
Jerusalén de Rodas y de Malta

Malteser International pide más humanidad de cara al Día Mundial de los Refugiados

La red de Malteser International y la Orden de Malta ofrece ayuda a refugiados y desplazados en todo el mundo

El número de refugiados y desplazados crece cada año en todo el mundo. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, estima que a día de hoy hay casi 70 millones de personas desplazadas en todo el mundo, incluidos 22 millones de refugiados.
«Muchas personas tienen que huir de la violencia y la guerra en países como Siria, Irak o Nigeria, arriesgando sus vidas para llegar a un lugar seguro», afirma Douglas Graf von Saurma-Jeltsch, presidente de Malteser International Europa. «Necesitan nuestra ayuda. Como cristianos, debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Nuestro deber es que nos guíe la humanidad, por encima de cualquier otra consideración, y apoyarles mientras necesiten nuestra ayuda».
Actualmente presente en 29 países, Malteser International ofrece, con el apoyo de la Soberana Orden de Malta, sus asociaciones nacionales y su red diplomática estable con más de 100 países, asistencia a los refugiados y desplazados en Oriente Medio, África, Asia, las Américas y Europa. Detrás de las estadísticas sobre desplazados hay personas, con sueños y ambiciones, como todos nosotros.
Eddy Agbouvboure sueña con empezar una nueva vida en Alemania. Este nigeriano de 29 años es originario de la ciudad meridional de Benin, y fue víctima de persecución y amenazas por parte de una secta religiosa radical que pretendía hacerle renunciar a su fe cristiana. Temiendo por su vida, Agbouvboure se embarcó en un peligroso viaje hacia Europa. «En un determinado momento de nuestro viaje hacia Italia, se agotaron las provisiones de agua y alimentos a bordo. Murieron dos pasajeros», recuerda. Agbouvboure vive ahora en una residencia en Meschede, Alemania, un establecimiento gestionado y apoyado por Malteser Alemania. «Lo único que quiero es vivir en paz y seguridad, y hacerme alemán», afirma Agbouvboure.
Kulu, una mujer de 40 años de Baga, al noreste de Nigeria, también sueña con una vida mejor. Hace tres años, su esposo murió durante un ataque de la milicia terrorista Boko Haram a su pueblo. Este grupo lleva nueve años librando una campaña de violencia en el noreste de Nigeria, con el objetivo de instaurar un Estado basado en la sharía. Estos ataques han desencadenado una grave crisis humanitaria, con millones de personas afectadas en la cuenca del Lago Chad.
Kulu estaba embarazada cuando se produjo el ataque. Perdió el bebé que esperaba debido a la tensión de la huida y el traumatismo emocional de asistir al asesinato a balazos de su marido. «Pensé que me había vuelto loca», afirma Kulu. En la actualidad, Kulu se aloja en un campamento en Maidiguri, donde Malteser International asegura el suministro de agua potable y entrega material de higiene a las personas desplazadas. Aunque Kulu se vio forzada a abandonarlo todo en su huida, aún atesora un sueño: que, un día, sus hijos puedan volver a la escuela y tener un futuro mejor.
Creado en 2001, el Día Mundial de los Refugiados se celebra cada año el 20 de junio para concienciar sobre la situación de los millones de refugiados en todo el mundo y conmemorar su fuerza, valor y perseverancia.