La Orden de Malta responde al llamamiento del Papa Francisco en la Jornada Mundial de los Pobres con iniciativas en todo el mundo
Roma, 16 de noviembre de 2018 – Siguiendo el llamamiento del Papa Francisco, «este pobre gritó y el Señor lo escuchó», la Soberana Orden de Malta ha dirigido una invitación a sus asociaciones y entidades en todo el mundo, para difundir el mensaje del Santo Padre participando activamente en la Jornada Mundial de los Pobres que se celebra el 18 de noviembre.
«Quisiera que todas las entidades de la Orden de Malta adopten la Jornada Mundial de los Pobres, para comunicar nuestro compromiso para con los pobres y dar testimonio del carisma de la Orden, Obsequium Pauperum», ha explicado el Gran Hospitalario de la Orden de Malta Dominique de La Rochefoucauld-Montbel, en una carta enviada a todas las embajadas, asociaciones y cuerpos de voluntarios y de ayuda de la Orden de Malta, en total más de 250 entidades.
El llamamiento ha recibido una gran acogida: son muchas las iniciativas locales que han nacido en respuesta al mensaje del Pontífice, mostrando esta «participación llena de amor en la condición del pobre» que el Papa Francisco menciona en su mensaje para el 18 de noviembre. Se ha intensificado pues la distribución de comida, fármacos y material de primera necesidad, así como los servicios de asistencia médica y social y el apoyo a los desfavorecidos, como ancianos, discapacitados y todos aquellos que viven en la pobreza. Iniciativas que la Orden de Malta, con sus 80.000 voluntarios, 13.500 miembros y 42.000 trabajadores, desarrolla todos los días del año en 120 países del mundo. En 2017, la Orden ha distribuido más de 5 millones y medio de almuerzos en todo el mundo.
Con más del 8% de la población mundial viviendo bajo el umbral de la pobreza, ayudar a los pobres significa asistirles materialmente pero también expresar fraternidad, proximidad espiritual. La Orden de Malta abraza así el pensamiento del Santo Padre: «La Jornada Mundial de los Pobres pretende ser una pequeña respuesta que la Iglesia entera, extendida por el mundo, dirige a los pobres de todo tipo y de cualquier lugar para que no piensen que su grito se ha perdido en el vacío».